A mi querido Emilio;
Emilio, jamas pensé que me emocionaría tanto por tu llegada, mucho menos que cambiaria mi vida de esta manera, es que ni si quiera he visto tu rostro pero no dejo de pensar en ti.
Es por eso que te dedico estas palabras para cuando las leas sepas lo muy amado que eres, desde el día en que tu vida empezó.
Eres la respuesta a la oración
silenciosa,
ángel que trae amor a nuestras vidas
luchador que nos enseña a vencer
un pedacito de cielo convertido en
persona.
Eres el brillo en la mirada de tu
madre
la promesa secreta de tu padre
la sonrisa mas nueva de tus
abuelos
eres mi mundo y razón pa seguir.
Tu vida está en las manos de Dios y es al Todopoderoso que agradezco por cada segundo junto a ti, ¡Lucha pequeño! que Dios te trajo a este mundo para ser un emisario del gran poder de Dios.
A tu lado siempre estaré, como lo he estado de aquella que te dio la vida, mis amores, mis dos grandes amores...
Att. Romina
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