Isabella:
Te conocí muy tarde mi amor,
Pertenezco por ley a otro
Por elección a ti.
II
He vivido una vida buena junto al que mis padres pusieron a mi lado, jamás me ha faltado nada, el ha sido un apoyo incondicional, gracias a ello con el pasar de los años he aprendido a quererlo, pero no sé si la mezcla de rutina, costumbre y amabilidad se le pueda llamar amor.
Es un buen hombre, pero a pesar de ello no puedo decir que lo amo, los días han servido para que ambos confiemos como grandes amigos, pero no siento una chispa cuando lo veo, no espero su llegada con ansias, ni busco sus besos con desesperación.
Un día cuando por la ventana de mi casa pasaste, sentí que el corazón se desbordaba al verte, me enamore de tus ojos, de esa sonrisa encantadora , de ese caminar imponente, que triste fue recordar que estoy casada, que tu no perteneces a mi vida, que bonito fue soñar en el amor .
Que complejas nuestras vidas, que me niegan la oportunidad de estar junto a ti pero se empeñan en que nos conozcamos, eres tal como lo soñé. Conversamos muchas veces de nuestras vidas y similitudes, de las alegrías y penurias que nos trajeron hasta aquí, a pesar de que en tus ojos pude leer lo que sentías por mí, no fue hasta ayer que con palabras de amor y seguro de mi amor por ti , me confesaste tus sentimientos.
Un mes ha pasado desde la primera vez que te vi, ahora sé que tu eres mi gran amor, que no hay mas hombre que tu para mi, que este amor fue escrito en nuestra creación, que tu y yo somos uno en la eternidad. Pero no siempre las almas perfectas pueden estar juntas, no importa cuánto te ame, tú y yo no podremos estar juntos por la simple razón que por ley pertenezco a otro.
Que me perdone mi corazón por negarle tu amor
Que me perdone mi alma por encerrarla
Que la muerte me lleve por no tenerte
Que mis días pasen con rapidez
y que el encuentro se dé en el edén.
Si algo debo a mi dueño es gratitud, y por ello hasta la muerte seré suya … desde ese momento seré de mi único dueño TU. Perdóname pero la lealtad no se vende, ni se compra. Entiendo tu enojo, tu ira y en especial tu impotencia, al saber que este amor será el más grandioso secreto, que no podremos vivirlo, sino que en sueños únicamente nuestros besos se harán realidad.
Comprende que no hay más que decir, la verdad siempre será verdad a pesar del dolor que nos pueda causar, yo no elegí esta vida, no elegí esta situación, ante el destino marcado que se me dio no me queda más que con el corazón hecho pedazo dejarte ir, y esperar que este amor aun sobrevida un par de vidas mas.
Te veré vivir,
Pero amar solo a mí…